Codelco enfrenta procesos reglados en dos divisiones e inició una anticipada en El Teniente.
Minera Escondida tiene como plazo el 25 de julio para presentar su última oferta.
El intenso calendario de negociaciones colectivas de la minería este año, que consideraba al menos 37 procesos, involucrando más de 20 mil trabajadores, comienza a caminar su recta final. Tanto así, que se estima que actualmente hay al menos 7 mil trabajadores que están en pleno proceso con sus respectivas empresas.
Sin embargo, para los expertos, el escenario de negociar en los últimos seis meses del año se ve más difícil que a principios del ejercicio. Esto se evidencia, dicen, en que -por ejemplo- desde la avalancha de negociaciones que se cerraron de forma anticipada anteriormente, se pasó a un período donde las posibilidades de negociar de forma reglada son altas.
Codelco es una de las empresas protagonistas en lo que se refiere a negociaciones colectivas y en los últimos días ha dado pasos concretos para lograr acuerdos, conscientes de su situación.
Luego de que en marzo el Sindicato Industrial de Integración Laboral (SIIL) y el Sindicato Unificado de Trabajadores (SUT) de la División Andina rechazaran la oferta final de la empresa en un proceso anticipado, optando por el camino de una negociación reglada, a fines de junio la administración entregó a las organizaciones la respuesta al proyecto de contrato colectivo. Ahora también está en negociación el Sindicato Unión Plantas. Todos los acuerdos vigentes vencen el 31 de julio.
Pero, probablemente, una de las tareas más complejas estará en la División El Teniente, donde el contrato colectivo de cinco sindicatos (Caletones, El Teniente, Nº7, Nº5, Sewell y Mina Unificado) vence el 31 de octubre. Solo estos procesos involucran alrededor de 3.345 trabajadores. Según confirman fuentes del sector, en forma discreta pero con la autorización requerida de las asambleas, la estatal y las organizaciones iniciaron la semana pasada una negociación anticipada.
Conocedores del proceso relataron que se esperaba que, justamente, ayer se comenzaran a abordar los temas más complejos, ya que en la primera semana el diálogo se concentró en las presentaciones de las partes. En este caso, los cinco sindicatos negocian como un solo cuerpo, con un solo proyecto colectivo para todos los trabajadores de la división del estamento Rol B. Las partes tienen hasta el 15 de septiembre para cerrar un acuerdo anticipado.
En la División Salvador, en tanto, el Sindicato Nº6, que reúne a 517 trabajadores, también está en plena negociación. De cara al fin del contrato colectivo el próximo 31 de agosto, hace exactamente una semana emprendió la negociación reglada presentando su pliego de peticiones y ahora está a la espera para que la empresa responda a la propuesta.
Los ojos puestos en Escondida
Mientras, BHP enfrenta la negociación más esperada de la minería, luego de que el 4 de junio Minera Escondida recibiera la propuesta de contrato colectivo del Sindicato Nº1 de esa faena, que reúne a más de 2.330 trabajadores. El 14 de junio la minera entregó su respuesta formal a la Comisión Negociadora y desde entonces la organización sindical no se ha pronunciado sobre el estado de las conversaciones.
Sin embargo, la cuenta regresiva se activó, ya que este 25 de julio es el plazo para que la empresa presente su última oferta. Este paso es relevante, porque se activa definitivamente el proceso donde el sindicato tiene que responder legalmente a esa oferta, pudiendo activarse las mediaciones del Estado si no hay acuerdo.
El petitorio del sindicato contempla -por ejemplo- un incremento salarial de un 5% y ser reconocidos con un bono por única vez equivalente al 1% de los dividendos pagados a los dueños en los tres últimos ejercicios. Las negociaciones, que se han desarrollado en completo hermetismo, tienen además un contexto de altos precios del cobre y alta demanda futura que -tal como lo adelantaron en declaraciones previas- podrían estar jugando un rol clave.
El cambio en las negociaciones, según los expertos
Según el director ejecutivo de la consultora Plusmining, Juan Carlos Guajardo, hubo un cambio respecto a lo que se venía observando a fines del año pasado y el inicio de 2021 en cuanto a cómo se desarrollan las negociaciones colectivas.
Explica que a fines del año pasado y principios de este, hubo un fuerte interés por anticipar negociaciones, pero que luego se ha pasado más bien a procesos reglados. “Esto es una tendencia bastante clara”, dice.
En esa línea, recalca que la incertidumbre que había a fines del año pasado incentivó acuerdos no reglados. “Coincidieron más los intereses de empresas y trabajadores por aminorar la incertidumbre, pero ya entrando a este año, el precio (del cobre) cambia un poco los intereses y entramos a otro tipo de conversación”, explica.
El precio del cobre, la situación política marcada por las elecciones, la negociación de Escondida y cambios de dirigencias sindicales son algunos de los factores que estarían influyendo en los procesos actuales.
Para el gerente general de la consultora laboral DataLab, José Tomás Vicuña, “se combinan factores propios de la industria, aprendizaje respecto a lo coyuntural de los precios; y del país, expectativas que hay sobre situación social y económica del país, a la hora de cerrar anticipadamente o sin grandes conflictos”.
Fuente: Diario Financiero