Los temas geopolíticos y la situación financiera podrían generar una recesión global en 2025, que impactaría fuertemente a la principal exportación del país. El analista inglés apuesta por un reordenamiento de las potencias globales.
Por Tomás Vergara P.
Los ojos de la industria minera global se fijarán sobre Chile durante esta semana, en el marco de los distintos seminarios que se realizan con motivo de la Cesco Week, que reúne a los principales ejecutivos y expertos del sector. A esto se suma la expectación que genera la votación que realizará hoy el Comité de Ministros sobre el proyecto Los Bronces Integrado de Anglo American.
Uno de ellos es el experimentado analista inglés Simón Hunt, con más de 40 años de trayectoria, enfocado en cómo la economía global impacta a la industria del cobre y el rol de China sobre este sector. La mirada de Hunt, eso sí, genera varias alertas para el rubro, advirtiendo de importantes turbulencias que se vienen.
Uno de los principales ejes de los planteamientos del experto tiene que ver con los temas geopolíticos y los efectos que se producirán a raíz de una importante reconfiguración global, que podría impactar fuertemente a la dolarización de la economía.
«El tema geopolítico donde es más probable que repercuta es en el mercado petrolero, y al subir tanto, podría ser otro desencadenante para el mercado financiero en las sombras, con precios del petróleo que pueden subir 3, 4 o 5 veces. Este sería un quiebre brutal para la economía occidental, porque China y Rusia estarían en una mejor posición por el control de los recursos petroleros y esa sería la oportunidad para que todos los países en torno a los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) impulsaran una nueva moneda que reemplace al dólar«, asegura Hunt.
Además de la guerra en Ucrania, el analista ve riesgos también en Taiwán y en Irán, que podrían significar nuevos conflictos armados. En paralelo, advierte que este sistema financiero en las sombras, donde incluye a entidades como los fondos privados o fondos de pensión, se encuentra en una situación muy frágil y estos se verán golpeados por el alza en las tasas de interés.
«Una economía más débil y que los bancos van a restringir las líneas de créditos es la combinación que va a desencadenar esta crisis. Los bancos centrales van a tener que actuar para evitar un posible riesgo financiero sistémico mundial, y al inundar el sistema con liquidez en el otoño ( del hemisferio norte) de este año provocarán un movimiento hacia la hiperinflación, que dará como resultado que la inflación mundial alcance alrededor del 12% en 2024 y el 15% en 2025″, alerta el también experto en la industria china, quien agrega que los rendimientos de los bonos del Tesoro a largo plazo aumentarán a más del 10%, «lo que provocará que el inframundo apalancado del sistema financiero explote, lo que dará lugar a una depresión global que comenzará alrededor de 2025″.
A raíz de esta situación, prevé un fuerte impacto para la cotización del cobre, que por estos días se ubica por sobre los US$ 4 por libra y que podría caer en torno a los US$ 2,7. Aún más, Hunt detalla que si bien en los últimos años la principal exportación del país ha crecido mucho nominalmente, en comparación al oro solo ha subido 14%, mientras que los costos lo han hecho en 13%, por lo que los productores están recibiendo dólares que tienen un menor valor, indica.
A nivel local, Hunt tiene un acuerdo con la consultora Plusmining, experta en el mercado del cobre, con la que llevan varios años de colaboración. El director ejecutivo de Plusmining, Juan Carlos Guajardo, añade que los fenómenos que afectarán a la economía global se traducirán en una alta volatilidad en el precio del cobre.
«Muchos creen que el precio fluctuará en un rango pequeño, y no, lo que se plantea es que habrá oscilaciones bien importantes, con una caída y una corrección de precios, luego una recuperación muy fuerte, una caída profunda, y después van a aparecer los factores de largo plazo, que todos hablamos, asociados a la economía verde y la transición energética», sostiene Guajardo.
Con todo, y ante las perspectivas que apuntan a un crecimiento en la demanda de mineral en el mediano plazo y la dificultad para desarrollar nuevos proyectos, el experto adelanta que las compañías necesitan demostrar que están preparándose para dar cuenta de este momento, por lo que las fusiones y adquisiciones que se han visto en los últimos meses seguirán presentes en esta industria.
«Estamos recién al inicio de un proceso de reconfiguración de las principales productoras mineras del mundo, creo que vamos a quedar aquí con máximo 3-4 grandes jugadores de cobre en el mapa, a raíz de este proceso de compra entre las compañías», explica.
A nivel local, sostiene que el interés por Chile como distrito minero seguirá vigente, ante el apetito que existe a nivel global por los minerales, lo que incluso ha llevado a compañías a apostar por países como Argentina, donde no existe mucho antecedente de desarrollo minero.
«Si están dispuestos a entrar a Argentina, es muy difícil pensar que no puedan hacerlo en Chile, si es que hay condiciones mínimas tolerables. El nuevo proceso constitucional parece más aterrizado que el anterior, aunque aún restan algunas dudas al respecto», plantea Guajardo, mientras que en el caso del royalty, acota, «el proyecto ha ido convergiendo a algo que permite el diálogo y la negociación, pero todavía le falta aterrizar más, eso es lo que queda en las etapas que vienen, que Gobierno y oposición terminen de afinar el royalty para que tenga una carga tributaria razonable respecto a otros países mineros».
Fuente: El Mercurio