El restablecimiento de los niveles de los niveles de producción de la corporación es fundamental en este objetivo. El deterioro ocurre en medio de una importante alza en los rangos de endeudamiento.
Por Tomás Vergara P.
El complejo escenario productivo que vive la minera estatal Codelco resurgió el miércoles tras la doble rebaja de la nota crediticia aplicada por S&P. Fue la tercera clasificadora de riesgo que activó un recorte, luego de Moody’s y Fitch en meses anteriores. La degradación afecta los papeles de la estatal transados en el mercado de bonos. Distintos agentes plantean que Codelco enfrenta apremiantes desafíos, que apuntan al cumplimiento de ciertas metas, plazos y compromisos del Estado:
1. Producción
El principal problema de Codelco es la caída en los niveles de producción. Para este año se proyecta un volumen en torno a 1,33 millones de toneladas. Esa cifra sería la más baja en más de dos décadas, e implica una reducción de unas 200 mil toneladas respecto de 2022.
Las rebajas de calificaciones aún no se traducen en un efecto de encarecimiento o menor acceso a financiamiento. Se espera que las condiciones crediticias se mantengan mientras exista el respaldo del Estado de Chile.
2. Proyectos
La minera también enfrenta una desafiante cartera de proyectos, valorada en unos US$ 40 mil millones. Son iniciativas que no aportarán nueva producción, pero que son esenciales para volver a los niveles históricos de 1,7 millones de toneladas.
Según ha reconocido la propia empresa, el 74% de la producción a finales de esta década provendrá de estas obras.
3. Recuperación
Según ha repetido en varias ocasiones el presidente del directorio de la minera, Máximo Pacheco, este año debiese marcar el piso para la caída de los niveles de producción de la estatal. Se recuperaría progresivamente para volver a los 1,7 millones de toneladas que se generaron hasta 2021.
El ex vicepresidente de Codelco y líder de Voces Mineras, Sergio Jarpa, advierte que no se conocen en detalle los planes para la recuperación de la producción. Son «buenas intenciones, pero no veo el plan. No veo cómo van a lograr eso. Hay una forma de lograrlo, que es postergar las mantenciones, no operar en forma eficiente, sino «floreando» las minas, sacando la mejor ley y después que venga el diluvio. Y eso podría indicar que alguien que propicia o que ha dicho muchas cosas al respecto tenga intenciones de irse y decir «mire, yo la dejé llegar y cabecearla para hacer el gol», expresa Jarpa. Lo que ocurre en la corporación también es seguido de cerca desde el Congreso. Hay incluso una comisión investigadora al respecto, en donde participa el diputado Jaime Mulet (FRVS).
«Claramente, la proyección de Codelco hoy día descansa sobre la propuesta de Máximo Pacheco. Él nos ha informado que este año tocaron un fondo, desde el punto de vista de la producción. Van a empezar a mejorar la producción el otro año, y van a empezar a avanzar con el aumento de la producción los proyectos estructurales. En ese momento, él nos explicó que a veces hay diferencia entre las empresas y las clasificadoras de riesgo», señala el diputado.
4. Reestructuración
El presidente ejecutivo de la minera, Rubén Alvarado, ha impulsado una reestructuración de la empresa tanto a nivel organizacional como operacional.
Una de las medidas que se tomaron fue la creación de una nueva vicepresidencia. Estará enfocada en mantener a raya la gestión y los costos de la compañía, que, producto de la caída en producción, se han visto disparados.
5. Retrasos y sobrecostos
El director ejecutivo de Plusmining, Juan Carlos Guajardo, destaca que la decisión de S&P no sorprende, pues se suma a lo que han hecho las demás clasificadoras. «Refleja que las evaluadoras de riesgo han integrado el hecho de que Codelco está en un período muy desafiante a consecuencia de que los proyectos estructurales no han logrado ser materializados de acuerdo a la planificación, comprometiendo la capacidad de producción y aumentando la necesidad de inversión, todo ello afectando la capacidad financiera de la empresa», asegura Guajardo.
A comienzos de año, la estatal reveló la magnitud de los retrasos y sobrecostos de las iniciativas estructurales, que hasta ese momento era de US$ 5 mil millones y que ha significado la reestructuración de casi todas estas obras.
6. Imprevistos
La preocupación que ronda en la industria es que aún restan desafíos complejos de resolver, como el estallido de roca que afecta a la cartera de proyectos de El Teniente, o los derrumbes que se han visto en los nuevos niveles en explotación de Chuquicamata Subterránea.
A esos hitos se suman las complejidades propias del negocio minero, que podrían terminar en nuevas disrupciones operativas, o incluso eventos climáticos, que ha tenido que sortear la empresa en varios de sus centros de trabajo durante los últimos años.
7. Negociaciones colectivas
Estas eventuales afectaciones a la producción también levantarán otra amenaza durante 2024, cuando la corporación entre a un importante ciclo de negociaciones colectivas en sus distintas divisiones. Son casi 20 procesos diferentes, incluidos los sindicatos de El Teniente, la división de mayor producción de la estatal.
8. Endeudamiento y capitalización
Desde la empresa, defienden que gran parte de la responsabilidad de la situación en la que se encuentran obedece a que la compañía debe entregar la totalidad de sus utilidades al Estado.
Hasta la actual administración, no existía una política de reinversión, lo que ha llevado a la minera a una deuda en torno a los US$ 20 mil millones. «El gran problema de Codelco son los gobiernos, sucesivos gobiernos, que han estrujado a Codelco y que no se han detenido a analizar en profundidad cómo proyectarlo. Yo pedí hacer una comisión especial que analice las últimas cuatro administraciones y ver qué está pasando efectivamente en Codelco, con la idea de proyectarlo hacia adelante», comenta el diputado Mulet.
Juan Carlos Guajardo recuerda que el perfil de riesgo país es crucial para mantener el de la estatal, «así como que no haya dudas del compromiso del Estado con las necesidades de Codelco, por lo que se puede prever una creciente responsabilidad sobre los hombros del Estado en el futuro devenir de la minera».
Fuente: El Mercurio