El cobre alcanza máximos históricos. Lo que el nuevo líder de Chile significa para el suministro mundial

Parece el momento perfecto. Chile, el mayor productor mundial de cobre, eligió a un presidente proempresarial con una contundente victoria de 58% frente a 42%.

Justo cuando los precios mundiales del cobre suben a máximos históricos impulsados por la demanda prevista de vehículos eléctricos y centros de datos asociados a la inteligencia artificial. Sin embargo, no conviene esperar un aumento rápido de la oferta.

José Antonio Kast alcanzó su triunfo del 14 de diciembre principalmente sobre la base de promesas para combatir la delincuencia y frenar la migración proveniente de la Venezuela afectada por la crisis. Candidatos de derecha se beneficiaron de su arrastre electoral y quedaron a solo dos escaños de la mayoría en la Cámara de Diputados.

Su programa también incluyó propuestas atractivas para los inversionistas: reducción del impuesto corporativo y agilización de los permisos para proyectos mineros. “Todos en el sector minero están muy entusiasmados y muy positivos respecto de Kast”, señala Lucas Rodríguez, director asociado de FTI Consulting.

La producción de cobre de Chile ha caído un 5% respecto del máximo de 5,8 millones de toneladas métricas alcanzado en 2018. Parte de esta disminución estuvo asociada al gobierno del antecesor de Kast, Gabriel Boric, un exlíder estudiantil que llegó al poder en 2021 con promesas de redistribución del ingreso y protección ambiental.

Durante su mandato, se incrementaron las regalías al cobre y se establecieron exigencias estrictas para la expansión de faenas mineras en el rico en minerales pero escaso en agua desierto de Atacama. “La tramitación ambiental ha sido el principal problema para las compañías mineras”, afirma Rodríguez.

Hasta US$100.000 millones estarían a la espera de una actitud gubernamental más flexible, estima Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de la consultora con sede en Santiago Plusmining.

La mayor parte de este capital está orientada al cobre, aunque Chile también cuenta con las mayores reservas de litio del mundo. Los precios de este metal para baterías se han desplomado un 90% desde 2022, y las minas de Australia han demostrado ser más competitivas que los métodos de extracción en salmueras utilizados en Chile. “No veo un auge de interés en el litio”, señala Guajardo.

La producción chilena de cobre también se ha visto afectada por factores naturales. Las minas que comenzaron a operar a fines del siglo XX están llegando a su madurez, lo que eleva los costos y reduce la ley del mineral extraído. Ya no quedan grandes yacimientos por descubrir. La gran mayoría de la inversión pendiente corresponde a proyectos brownfield, explica Guajardo: ampliaciones de operaciones existentes que solo permitirán mantener la producción estable durante los próximos cinco años. “La mala noticia es que no se espera un crecimiento neto antes de la próxima década”, añade.

Rodríguez advierte que la postura de mano dura de Kast en materia de orden público podría tensionar la frágil paz que las compañías mineras han logrado establecer con los pueblos indígenas en torno a sus operaciones. El caso del vecino Perú muestra lo que puede salir mal: allí la extracción de cobre se ve afectada por bloqueos, minería informal y, en ocasiones, conflictos armados.

La buena noticia para Chile es que el mundo no dispone de una mejor alternativa para producir el cobre que necesita. El segundo productor, la República Democrática del Congo, presenta desafíos propios, por decirlo suavemente. Perú ocupa el tercer lugar y China el cuarto. Argentina cuenta con abundantes reservas prácticamente vírgenes. Sin embargo, según Nicolas Jaquier, gestor de portafolio de deuda de mercados emergentes en la administradora de activos Ninety One, se necesitará más de dos años de un presidente promercado como Javier Milei para atraer inversiones mineras con una escala de varias décadas. “Argentina está muy lejos de representar una competencia seria para Chile”, afirma.

Paradójicamente, el giro progresista de Boric puso de manifiesto la solidez del compromiso minero de Chile. Debió ceder en materia de regalías, no logró aprobar una nueva Constitución que consagrara los “derechos de la naturaleza” y, finalmente, él mismo impulsó la simplificación de los permisos. “Las reformas de Boric fueron, en realidad, bastante razonables”, sostiene Jaquier.

Incluso Jeannette Jara, la candidata comunista derrotada por Kast, apoyó un aumento de 10% en la producción de cobre. “Eso da cuenta de la estabilidad del sector”, comenta Rodríguez, de FTI. “Soy muy optimista respecto del cobre en Chile”.

Fuente: Barron’s