Para los expertos, un valor más alto del metal puede aumentar las expectativas sindicales. Grandes faenas, como Escondida de BHP y El Teniente de Codelco, renegociarán acuerdos.
Son 34 negociaciones colectivas en la gran minería que ocurrirán el próximo año, lo que suele generar atención en un área clave de la economía. Y sucederán en un contexto en que la producción de cobre ha estado estancada en los últimos años.
La cantidad de negociaciones que habrá en 2026 es mayor a la que hubo este año, cuando se registraron 24 nuevas firmas de contratos colectivos. Sin embargo, será menor el número de negociaciones que en 2024 (44) y 2023 (49), según información de la consultora Plusmining.
Privadas y Codelco
Dos de las negociaciones colectivas más grandes de la minería privada ocurrirán a mediados de año. En agosto deben acordar un nuevo contrato colectivo el Sindicato N°2 y MSA de Los Bronces, perteneciente a Anglo American (futura Anglo Teck), que agrupa a 1.510 trabajadores.
Ese mismo mes, el Sindicato N°2 de Supervisores y Staff de Minera Escondida de BHP, con 1.000 trabajadores, también entrará en negociación, según información del Consejo Minero.
Para 2026, Codelco tiene calendarizado el vencimiento de los instrumentos colectivos de cinco sindicatos, dos de ellos en la División El Teniente. En esta mina se produjo a mediados de julio el accidente que terminó con seis mineros fallecidos.
Un precio que vuela
Un mayor precio del cobre implica más ingresos para las empresas (y para el fisco). Para 2026, Cochilco prevé que el precio promedio será de US$4,55 por libra. Para este año, el valor promedio es de US$4,49 por libra. Ha ido escalando con los meses. Ayer (16 de diciembre de 2025) cerró en US$5,28. Bancos extranjeros, como Bank of America y Citi, proyectan que el valor del metal promediará sobre US$5 la libra e, incluso, podría alcanzar máximos superiores a US$6 en 2026.
“Sin duda el alto precio del cobre elevó las expectativas de los trabajadores respecto de una mayor participación en las rentas del negocio”, comenta Patricio Faúndez, líder de economía GEM Mining Consulting.
En el pasado, las huelgas han detenido la actividad de las minas. “Un caso emblemático fue la paralización en Escondida en 2006, que se extendió por casi un mes en el contexto del superciclo de commodities”, recuerda Faúndez. Otro caso fue también en Escondida, en 2017, con una huelga de más de 40 días, con pérdidas superiores a 100.000 toneladas, en un período en que el precio del cobre venía recuperándose tras la caída de 2015-2016, indica el experto.
Un mayor precio del cobre no se traduce necesariamente en una mayor posibilidad de huelgas, dice Fiorella Ulloa, encargada del Área Política y Regulatoria en Plusmining. Los mayores ingresos “más bien han sido utilizados como un mecanismo de presión dentro de los procesos de negociación colectiva, orientado a mejorar beneficios económicos, bonos y condiciones laborales, sin necesariamente escalar hacia huelgas prolongadas”, señala.
Fuente: El Mercurio