El precio del cobre cotiza a US$3,55 la libra, un nivel que no se veía desde inicios del 2021. Analizamos el impacto que esto tendrá para las dos economías regionales que están entre los mayores productores del metal.
Por Paola Villar S.
Lima — Esta semana el precio del cobre llegó a tocar su nivel mínimo en 19 meses y aumentó el nivel de incertidumbre que se vive en países como Perú y Chile, que están entre los principales productores en el mundo. Aunque este jueves repuntó un 3% mientras China discute un paquete de estímulo por encima de US$220.000 millones, los futuros del cobre cotizan a US$3,55 la libra: un nivel que no se veía desde inicios del 2021.
La tendencia a la baja en el precio del metal rojo forma parte de una caída masiva en el valor de activos debido al temor por una recesión económica, de acuerdo a Juan Carlos Guajardo, director de Plusmining. La incertidumbre global, las expectativas de una recesión en Estados Unidos y las dudas sobre la reactivación de la demanda china podrían mantenerse en el corto plazo, lo cual seguirá impactando a diversos commodities y activos en los mercados bursátiles.
“Por esta razón el nuevo nivel de soporte está en los US$7.500 por tonelada (US$3,40 la libra) pero dado que estamos muy cerca de alcanzar ese nivel, el siguiente ya sería en US$7.000 por tonelada (US$3,17 la libra)”, considera Guajardo, quien además opina que retornar al precio de cuatro dólares por libra dependerá de si se evita el escenario de recesión y si China logra estimular su economía. “Lo primero hoy se ve difícil; lo segundo más probable pero tampoco tan incidente como antaño”, agrega el especialista.
La recaudación tributaria y crecimiento económico de Chile y Perú se ven impactados en gran medida por su producción minera y por cómo se mantiene el precio internacional del cobre, y la caída del ‘superciclo’ de precios que se venía disfrutando desde fines del primer trimestre del año anterior ha frenado las perspectivas actuales. ¿Qué tanto puede afectar esto a ambas economías en el corto y mediano plazo?
Los fundamentos del cobre no han cambiado
Aunque el escenario de momento no es positivo, los especialistas consultados por Bloomberg Línea coinciden en que pese a estas condiciones actuales los fundamentos del metal rojo se mantienen. Esto permitiría que en el tiempo la demanda del cobre se sostenga, lo cual hace más factible que se pueda retomar una senda de precio de cuatro dólares por libra.
“Por ahora creemos que un precio de US$4 por libra y que vuelva a esa perspectiva es totalmente posible puesto que los fundamentos de largo plazo son favorables”, comenta Daniela Desormeaux es directora de estudios Vantaz Group.
Katherine Salazar, analista de Estudios Económicos de Scotiabank Perú, explica que lo que se ha estado viendo en los últimos meses es una dicotomía entre los fundamentos y precios del cobre. “Por un lado los inventarios están bajos, cerca de mínimos históricos, las existencias de junio estuvieron debajo de volúmenes de mayo, y las importaciones de concentrado de China, que es el mayor importador, aumentaron en mayo respecto a abril. Estos fundamentos deberían soportar caídas o mantener el cobre alto. Sin embargo estamos viendo que las caídas son por la coyuntura macroeconómica”, agrega.
Scotiabank Perú espera que el cobre se vuelva a ver impulsado conforme China empiece a reactivar sus proyectos de infraestructura, toda vez que en este tercer trimestre se espera una recuperación de su mercado inmobiliario hacia fines de este 2022. Pero la entidad no descarta que con la alta inflación y los temores de recesión que permanecen, el cobre pueda caer más.
“En el aspecto técnico no puede haber caídas tan consecutivas así que debería haber rebotes. Vamos a seguir viendo rebotes, el cobre va a estar bastante volátil estos meses y lo positivo va a ser si vuelve a los cuatro dólares por libra”, indica Salazar.
Según Salazar y Desormeaux, ya sea hacia fines de este año o hacia el 2023 se debería dar una mayor demanda china de cobre post cierre por los contagios de Covid-19, y el impulso desde este mercado es algo que no puede descontarse. A ello se suma el escenario global de transición hacia energías más limpias, lo cual soporta el valor del cobre en el largo plazo.
No obstante, Guajardo, de Plusmining, advierte que si se consolida la tendencia a la baja en un escenario recesivo del precio del cobre, las estimaciones del precio con que se construyeron los presupuestos tanto en Perú como en Chile quedarían como sobreestimados «y con ello otras variables, como los ingresos fiscales, serían menores que los anticipados».
“Chile y Perú cuentan con mecanismos de estabilización ante este tipo de circunstancias sin embargo las recientes crisis políticas han generado un alto uso de los recursos acumulados por lo que no es claro cuánto de ello pueda ser utilizado de confirmarse el escenario recesivo”, precisa el especialista
Riesgo locales para los países
Desde el gremio minero peruano, la perspectiva es similar: Ángela Grossheim, gerenta general de la Sociedad Nacional de Minería del Perú (SNMPE), menciona a Bloomberg Línea que ven la caída del cobre como un evento cíclico, pero la preocupación podría recaer desde la cartera de más de US$43 mil millones en proyectos mineros que mantiene Perú, en donde US$23.000 millones son proyectos de cobre, que podría verse impactada por la situación actual de precios.
«Si cae mucho el precio del cobre, poner en valor esos proyectos lo hace más complejo», menciona Grossheim. «El tema de la caída de los precios no nos ayuda como país porque la recaudación cae, hay menores recursos y de hecho la minería es uno de los principales motores de la economía peruana», añade.
Salazar explica que los primeros efectos que se perciben por la caída del precio del metal rojo están en las exportaciones, que serían de las más golpeadas: en el caso de Perú, si se toma como referencia la producción del 2021 para este año, con el precio del cobre a un promedio de US$3,80 la libra en lo que queda del 2022, el estimado para las exportaciones de cobre de Scotiabank Perú caería 2,4%, desde el 9,7% de crecimiento esperado anteriormente.
“Otro riesgo es el de menores ingresos fiscales para ambas economías y básicamente menores activos para proyectos futuros: se reduciría el ‘capex’, la perspectiva de inversiones en exploraciones mineras, o se pospondrán proyectos hasta que el mercado vea que hay mejores precios. Podría haber revisión de costos de producción, porque los márgenes se reducen, y también una revisión a los estimados”, apunta Salazar.
Tanto Grossheim como Salazar reconocen el impacto de los últimos conflictos sociales mineros en operaciones peruanas sobre la actividad de la minería, donde al haber menor gasto también hay menores ingresos. En esa linea, Grossheim apunta que la conflictividad social está en primera línea de las preocupaciones que actualmente mantiene el sector minero del país.
“Puede haber bloqueos en minas, pero si estas anuncian paralizaciones futuras eso cambiará los estimados de producción. Con precios bajos del cobre, ello se deriva en ingresos por impuestos más bajos en Perú”, remarca Salazar.
Aun así, Guajardo recuerda que el desarrollo de proyectos mineros toma en cuenta precios de largo plazo por lo que las fluctuaciones del precio del cobre “son importantes, pero no determinantes en la toma de decisiones”. “Mucho más importante es cómo Perú y Chile resuelvan las incertidumbres políticas en que se encuentran”, puntualiza.
Fuente: Bloomberg Línea