Codelco, la minera estatal chilena, registra su nivel de producción más bajo en 25 años en un contexto de alta demanda global.
Por Ciara Nugent
El nuevo director ejecutivo de Codelco, la mayor minera de cobre del mundo, afirmó que la empresa estatal chilena logrará revertir este año una severa caída en su producción, a pesar de enfrentar una deuda de 20.000 millones de dólares.
La producción de la compañía, que enfrenta retrasos en cuatro proyectos clave para prolongar la vida útil de sus minas, cayó de 1,618 millones de toneladas en 2021 a 1,325 millones en 2023, su nivel más bajo en 25 años.
Sin embargo, Rubén Alvarado, quien asumió la dirección ejecutiva en septiembre pasado, declaró al Financial Times en una entrevista en El Teniente, la mina subterránea de cobre más grande del mundo: «Creemos que 2023 fue el punto más bajo».
«En 2024 la producción será levemente superior a la de 2023 y para 2030 alcanzaremos 1,7 millones de toneladas».
La baja en la producción de Codelco coincide con problemas de suministro en otras mineras, justo cuando la demanda de cobre, clave para redes eléctricas, turbinas eólica y vehículos eléctricos, está en aumento. Los precios han alcanzado recientemente un récord de más de 11.000 dólares por tonelada, y los analistas prevén que podrían llegar a 15.000 dólares en los próximos años.
Estos factores llevaron al mayor grupo minero del mundo, BHP, a intentar adquirir Anglo American, que opera minas altamente rentables en Chile y Perú. Sin embargo, la oferta de compra no prosperó.
El año pasado, El Teniente, inaugurada en 1905 y con 4,5 km de túneles, sufrió su mayor estallido de roca registrado, un fenómeno impredecible en el que la presión acumulada provoca grietas en la roca.
Estos y otros eventos sísmicos han dificultado la construcción de un nuevo nivel de la mina, al que se accederá mediante un túnel de 8 km y que es clave para compensar la disminución de reservas en niveles superiores y extender la producción por otros 50 años.
Inicialmente proyectado para 2018, el nuevo nivel se dividió en tres etapas que ahora están programadas para completarse en 2026, 2029 y 2030.
A unos 300 metros sobre el nivel actual de la mina, enormes camiones con ruedas de 2 metros de ancho recorren túneles oscuros transportando rocas con un contenido promedio de 0,88% de cobre. La empresa decidió extender la operación de esta sección, El Pacífico, que debía cerrar en 2022, hasta 2027 para compensar los retrasos.
Las vastas reservas de Codelco, las más grandes del mundo, le han permitido históricamente mantener una producción estable al compensar caídas en una área con aumentos en otra.
Sin embargo, esto ha sido imposible mientras la compañía intenta equilibrar la expansión de El Teniente, la transformación de Chuquicamata en una mina subterránea y la modernización de las minas Andina y Salvador.
Cada proyecto ha enfrentado años de retraso debido a accidentes, que han causado la muerte de seis trabajadores desde 2021, problemas de diseño y dificultades operacionales. Los sobrecostos ascienden a miles de millones de dólares.
Aumentar la producción mundial de cobre es clave para evitar escasez en el futuro. La Agencia Internacional de Energía estima que, con los proyectos actuales, el suministro cubrirá solo el 80% de la demanda en 2030.
Los yacimientos de Codelco están entre los más difíciles de explotar en el mundo. Según analistas, los gobiernos chilenos han agravado la situación al no permitir que la minera reinvierta sus ganancias, lo que ha generado un atraso en proyectos de mantenimiento y expansión desde los años 2000 y un endeudamiento creciente.
Salvo una autorización excepcional para reinvertir el 30% de sus utilidades entre 2021 y 2024, que hasta ahora ha aportado solo 346 millones de dólares, Codelco depende exclusivamente de financiamiento externo para sus proyectos de expansión, que requieren unos 4.000 millones de dólares anuales.
Analistas estiman que la deuda actual de la empresa, de aproximadamente 20.000 millones de dólares contra ingresos de 16.400 millones en 2023, podría superar los 30.000 millones en 2027.
«El problema estructural de Codelco es que ha tenido una inversión insuficiente a lo largo de su historia, gastando mucho menos que una minera promedio en mantenimiento y expansión», afirmó Jorge Bande, director emérito del centro de investigación del cobre Cesco y exejecutivo de Codelco entre 2006 y 2013.
Los constantes cambios en la dirección de la empresa, con seis directores ejecutivos y cuatro presidentes del directorio desde 2010, también han sido un obstáculo, agregó.
«Hemos enfrentado enormes desafíos en la gestión de los megaproyectos, lo que ha derivado en la caída de la producción», dijo Alvarado. Agregó que evitar más retrasos es «fundamental».
Él cree que la compañía también tiene «margen de crecimiento» a través de alianzas con empresas privadas, como el acuerdo firmado el año pasado con Rio Tinto para explorar cobre en la región de Atacama, en Chile.
Mientras tanto, funcionarios señalaron que la producción, que siguió cayendo en el primer trimestre de 2024 y hasta abril, se verá impulsada en la segunda mitad del año con la puesta en marcha de una nueva sección en Salvador, el aumento de la producción subterránea en Chuquicamata y mejoras operacionales en los yacimientos Andina y Ministro Hales.
Los analistas de la industria coinciden en que los proyectos estructurales comenzarán a reflejarse en un aumento de la producción en el corto plazo. Sin embargo, algunos dudan de que los cambios implementados por Alvarado y el presidente del directorio, Máximo Pacheco, como la simplificación de la estructura directiva, sean suficientes para resolver problemas más profundos como el aumento de la deuda, la baja inversión y el deterioro de la ley del mineral.
«No veo planes claros para abordar estos problemas de manera profunda. Veo medidas paliativas, pequeños ajustes marginales», dijo Juan Carlos Guajardo, fundador de la consultora Plusmining. «Cuando se entra en una crisis de esta magnitud, es muy difícil salir sin cambios estructurales».
Bande concluyó: «Creo que todo el modelo de negocio debe replantearse. Quizás Chile debería tener una empresa más pequeña, pero más rentable».
Codelco también enfrenta un nuevo reto: el presidente Gabriel Boric le ha encargado representar al Estado en asociaciones público-privadas para la explotación de litio, otro metal clave para la transición energética, un sector en el que la empresa no tiene experiencia.
Alvarado rechazó la idea de que esto fuera una distracción, y afirmó que el litio será «un buen negocio» para Codelco.
El aumento continuo de la demanda de cobre también ayuda. Aunque la reciente subida récord en los precios ha disminuido, se espera que estos sigan altos en los próximos años debido a la escasez global de oferta.
Fuente: Financial Times