La forma en que Codelco gestione la investigación y la reanudación segura será clave para su reputación

Si bien la mina fue autorizada por Sernageomin y la Dirección del Trabajo para iniciar un retorno parcial de operaciones tras el accidente que dejó seis trabajadores fallecidos, Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de Plusmining, advierte que el efecto financiero sigue siendo relevante. Asegura que El Teniente es uno de los activos más estables y estratégicos para la estatal y que un impacto prolongado comprometería indicadores financieros clave.

Por Jaime Troncoso R.

¿Cuál es su estimación de las pérdidas diarias que está generando la paralización de El Teniente desde el accidente?

La producción estimada para 2025 en El Teniente era de 336 mil toneladas de cobre fino, lo que equivale a unas 920 toneladas diarias. Con un precio de referencia de US$4,50 por libra (aproximadamente US$9.920 por tonelada), el valor bruto diario de producción bordea los US$9 millones. No todo es pérdida neta -hay costos no incurridos y posibilidad de recuperar parte de la producción más adelante-, pero esta cifra refleja el orden de magnitud del flujo de ingresos que se deja de generar. A lo anterior debe agregarse los costos de reparación y compensación que este incidente ha generado.

¿Qué tan relevante es El Teniente dentro de la estructura de ingresos y rentabilidad de Codelco?

El Teniente representa alrededor del 23% de la producción total de Codelco y es una de las divisiones con mayor estabilidad y competitividad en costos. Su peso en los ingresos y en la rentabilidad de la compañía es proporcionalmente más alto en relación con su participación en volumen, lo que lo convierte en un activo estratégico.

¿El uso de inventarios o ajustes operacionales podría mitigar parte de las pérdidas?

Codelco pudo atenuar temporalmente el impacto utilizando inventarios, pero estos se agotaron a los pocos días. A partir de ahí, las pérdidas de ventas fueron inevitables hasta que se reanudó la producción.

¿Qué señales puede dar esta paralización a los mercados internacionales de cobre?

Este episodio es un recordatorio de lo difícil que es mantener la producción de cobre y de lo expuesta que está la oferta frente a eventos repentinos, en un contexto de demanda estructuralmente creciente. Aunque el volumen perdido es limitado a escala global, alrededor de 30 mil toneladas de cobre fino en este año 2025, refuerza la percepción de que la oferta mundial es frágil y vulnerable a interrupciones.

¿Cómo afecta esta detención a los plazos de entrada en operación de proyectos estructurales como Andesita y Andes Norte?

Ambos forman parte del plan para extender la vida útil de la mina y reemplazar zonas en agotamiento.
Mientras no haya certezas sobre las condiciones y riesgos que enfrentan las áreas de la mina vinculadas a estos proyectos, será difícil estimar plazos de entrada en operación.

¿Qué impacto financiero tiene diferir la producción de estos proyectos?

Posponer la entrada en operación implica diferir flujos de caja significativos, reduciendo el valor presente neto de la inversión. En este tipo de activos, incluso algunos meses de retraso pueden significar pérdidas de valor de decenas de millones de dólares, además de alterar la secuencia de desarrollo minero.

Desde su experiencia, ¿Codelco tiene espacio para recuperar el tiempo perdido?

Aunque técnicamente es posible aumentar el ritmo de explotación una vez retomadas las faenas, en minería subterránea hay límites físicos y de seguridad que impiden recuperar todo lo perdido. Por lo general, parte del retraso se consolida como inevitable.

Hay quienes señalan que El Teniente es una mina con décadas de operación y que su estructura presenta riesgos geotécnicos. ¿Comparte esa visión?

Con más de 115 años en operación, El Teniente enfrenta el desafío de trabajar a mayores profundidades y con mayores tensiones geomecánicas. No es un problema exclusivo de esta mina, pero su escala y antigüedad hacen que su gestión geotécnica sea particularmente exigente.

¿Qué estándares de seguridad y gestión de riesgos deberían reforzarse en una operación subterránea de esta magnitud?

Codelco ya aplica múltiples medidas de seguridad, ya que este problema de estallido de roca se ha presentado por mucho tiempo, pero tras un evento de esta magnitud es probable que sea necesario reforzar áreas clave:

  • Monitoreo sísmico y geomecánico en tiempo real para reaccionar de inmediato a cambios en las condiciones del macizo rocoso.
  • Modelamiento predictivo avanzado para anticipar zonas de riesgo antes de que ocurran incidentes críticos.
  • Protocolos de evacuación inmediata y entrenamiento continuo para que todo el personal sepa cómo actuar ante una alerta.
  • Auditorías externas periódicas que validen la efectividad y suficiencia de los estándares aplicados.

Lo más relevante será realizar una investigación acuciosa que determine con precisión el nivel real de riesgo y la viabilidad de operar bajo el diseño actual.

¿Estos problemas de seguridad son comunes en minas con esta antigüedad o el caso de El Teniente es particular?

Los estallidos de roca son un fenómeno conocido en minas profundas en distintas partes del mundo. En el caso de El Teniente, la combinación de profundidad, tensión acumulada y tamaño del yacimiento hace que estos eventos sean un riesgo permanente que requiere gestión intensiva.

¿Cómo cree que este accidente y sus consecuencias pueden influir en la reputación de Codelco como operador minero a nivel global?

La forma en que Codelco gestione la investigación, la comunicación y la reanudación segura de las áreas comprometidas será determinante para su reputación. Un manejo transparente y la adopción de mejoras verificables puede proteger su imagen; lo contrario podría deteriorarla en los mercados y ante sus contrapartes.

En un contexto de demanda creciente de cobre, ¿qué impacto tendría una reducción sostenida de la producción de El Teniente para Codelco?

El Teniente es uno de los activos más estables y significativos para la compañía. Un impacto prolongado afectará no solo las ventas, sino también la estructura de ingresos y costos, comprometiendo indicadores financieros clave. Por eso es crítico dimensionar cuanto antes la gravedad de la situación y definir con claridad los planes de mitigación y recuperación.

¿Qué lecciones estratégicas deja este episodio para la planificación de largo plazo en la gran minería del cobre?

Este episodio deja aprendizajes que van más allá de lo técnico: que la gestión de riesgos debe estar en el centro de la estrategia corporativa, con recursos y respaldo al más alto nivel, y que la capacidad de respuesta rápida y creíble es un activo reputacional que se construye antes de las crisis y se prueba en ellas.

Fuente: Ex-Ante