El uso de trenes como forma de transporte para insumos mineros tiene el potencial de optimizar la cadena de suministro de las faenas, reduciendo costos y emisiones en comparación al transporte por carretera.
Por Andrea Campillay
A fines del año pasado, el Servicio de Evaluación Ambiental calificó favorablemente la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto “Transporte Ferroviario en la Región de Antofagasta”, que contempla una inversión de US$ 85,4 millones y busca desarrollar un servicio de transporte de insumos y productos mineros entre los puertos de la segunda región y la faena de Minera Escondida.
Se trata de un proyecto que tiene “el potencial de optimizar significativamente la cadena de suministro de la faena, reduciendo costos y emisiones asociadas al transporte por carretera, que es más intensivo en emisiones de carbono”, explica Bastián Del Mauro, analista de Mercado de Commodities Minerales en Plusmining, quien destaca que la iniciativa no solo beneficiará a Escondida, sino también a otros sectores industriales y a la comunidad, disminuyendo la dependencia de los camiones.
Además, el proyecto contempla la construcción de instalaciones de apoyo a la operación ferroviaria destinadas a la mantención y maniobras de equipos, así como también al traslado de los cátodos de cobre. Un hecho que para Puerto Angamos -operador que participa de la iniciativa- representa un aporte estratégico, pues “facilita el transporte de carga de manera segura y eficiente, y estimula el desarrollo regional al crear nuevas oportunidades comerciales y de empleo”.
En el marco de la crisis climática, potenciar este tipo de iniciativas podría traer beneficios significativos para la industria, sobre todo en materia de emisiones contaminantes. “Dada la creciente oferta energética de fuentes renovables limpias, poder disponer de ésta para transporte por ferrocarril permite ahorros de costos relevantes”, señala Ronald Guzmán, académico de Ingeniería Civil en Minería de la Universidad del Desarrollo (UDD), quien asegura que este sistema también podría traer beneficios para el transporte de los trabajadores de la industria, pues utilizar trenes de alta velocidad permitiría reducir los tiempos de viaje hasta la faena, mejorando la calidad de vida de los trabajadores y disminuyendo los costos de los campamentos mineros.
A juicio de Del Mauro, la posibilidad de replicar este servicio en otras regiones depende de la viabilidad económica y técnica, considerando la alta inversión inicial que se requiere para el desarrollo de la infraestructura ferroviaria. Sin embargo, proyecta que “el aumento en el transporte de productos mineros por camiones y la necesidad de soluciones logísticas más eficientes y sostenibles, podría poner en carpeta proyectos similares en zonas con alta actividad minera”.
Fuente: Diario Financiero